EL AJO

Nombre Científico : Allium sativum L

Familia Botánica : Liliáceae

Parte de la planta de uso médico: Los bulbos jóvenes

Sustancias activas: Alicina con propiedades antibióticas (se desarrolla bajo la acción de un fermento a partir de la aliina), vitaminas A y B1, amida del ácido nicotínico y vitamina C. Hay además hormonas, que actúan de modo similar a las hormonas sexuales masculinas y femeninas, y fermentos, colina, ácido sulfoseánico, yodo.

Acción curativa y uso: El ajo es eficaz en los procesos fermentativos del intestino, con los fenómenos flatulentos que les acompaña y los dolores espásticos (espásmodicos). La sustancia activa contra estos males es la alicina con sus propiedades antibióticas. Sin embargo, en el ajo fresco solamente esta presente la aliina inactiva, que después, bajo la acción de un fermento forma la alicina bactericida. A partir de esta, y bajo la acción del oxigeno se desarrollo el típico olor a ajo. Pero las dispepsias fermentativas no son el único campo de aplicaciones de la planta. Se ha demostrado también que posee propiedades carminativas y coleréticas (eliminación de bilis). El ajo actúa así mismo como vasodilatador y relajante. Los vasos especialmente lo de las piernas pero también los del fondo del ojo y del cerebro, se dilatan con lo cual reciben los tejidos una mejor alimentación y evitan de este modo un “envejecimiento” prematuro. Aunque no puede considerarse que el ajo sea un remedio especifico para enfermedades concretas si puede afirmarse que es eficaz contra los trastornos gastrointestinales; sirve para la prevención y el tratamiento de los procesos de envejecimiento del sistema vascular (arteriosclerosis) y para reforzar el tratamiento de las alteraciones en el sueño, la hipertensión, la debilidad general y la disminución del rendimiento

Fuente: M. Pahlow

Usos etnomedicinales: el uso popular del ajo coincide básicamente con las investigaciones realizadas hasta la fecha: antiparasitario, antihipertensivo, hipolipemiante, antitumoral, hipoglucemiante, antiséptico, energizante y cardioprotector. En China, suelen preparar brebajes de extracto de polvo de ajo en casos de disentería y parasitosis. También preparan supositorios para ser introducidos en vagina contra candidiasis o tricomoniasis y en región anal contra parasitosis. En uso tradicional en Brasil ( y en especial en las regiones selváticas del Amazonas) se emplea la infusión de ajo en casos de dolores menstruales de tipo cólico, mientras que la decocción es empleada para atenuar los dolores reumáticos y trastornos digestivos.

La infusión de las partes aéreas se utiliza para combatir distintos tipos de parásitos y en el arte culinario, se pica crudo y se lo emplea como condimento. En Arabia Saudita se emplean los bulbos en decocción para combatir diabetes, bronquitis crónica, parálisis facial, hipertensión arterial, disenterías, tuberculosis, reumatismo y hepatitis. Por lo general, el consumo de 2-3 dientes de ajo diarios son adecuados como coadyuvantes en hipertensión arterial, diabetes e hiperlipidemias.

Los macerados de ajo fueron desarrollados originalmente para usarse como condimentos ya que tienen fuerte olor y son exquisitos para sazonar comidas.

Fuente: Dr. Jorge Alonso.

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