El experimento de Alcoy
Sencillo pero revelador experimento que documenta el efecto sobre la energía humana de un tubo acumulador de orgón aplicado en un importante punto de acupuntura (el 6 de Vaso Concepción) durante media hora
Les cuento cómo fue
que se hizo. Ocurrió durante un seminario destinado a estudiar algunas de las relaciones (sospechosas) entre acupuntura y orgonomía, en la benemérita y hermosa ciudad de Alcoy, Alicante, España, entre el 8 y el 10 de enero del 2010. Concurrí por invitación, que todavía agradezco, de mi amigo el psico-neuro-acupunturista Juan Pablo Moltó Ripoll. Los asistentes al seminario eran todas personas con buena formación en acupuntura o en proceso avanzado de lograrla, más precisamente en psico-neuro-acupuntura. Grupo entusiasta y gentil, con ánimo de aprender algo nuevo y orejas dispuestas. Aclaro que este mismo experimento fue realizado varias veces a partir de 1987, cuando empecé a usar energía orgón para radiar puntos de acupuntura. Pero…¡no sé que hice con los trabajos anteriores, ignoro adónde quedaron después de sucesivas mudanzas! Es cierto que pueden creerme o no. En el caso de que decidan que sí, que estoy diciendo la verdad, me anticipo a contarles que en los casos anteriores, los resultados fueron “exactamente parecidos” a los de éste experimento que ahora estoy contando, el de Alcoy.
Hete aquí que
el día 9 de enero por la tarde, cada uno de los catorce integrantes del grupo se dedicó íntegramente y con emocionante dedicación, a construir un tubo acumulador de orgón en una de sus múltiples variantes: la que permitió la ferretería que encontramos abierta. Fue como volver a las “actividades prácticas” o “manualidades” del colegio primario y secundario. Ustedes pensarán lo que quieran, pero nosotros nos divertimos bastante construyendo el acumulador, además de lo bien que hace trabajar con las manos. ¿Cómo se hace o en qué consiste? En un tubo de metal (hierro, acero o cobre) de entre 20 y 30 centímetros, cerrado en uno de sus extremos, y envuelto en capas alternadas de papel de aluminio y polietileno (unas veinte), para ser finalmente recubierto por una cinta aislante de plástico. Eso es todo lo que podemos decir acerca de esta simple, casi insignificante tecnología tan fácil de construir. Los electricistas dirán que es un condensador, nosotros los orgonomistas preferimos referirnos a él como tubo acumulador de orgón, energía vital o energía de punto cero, como quieran servirse el menú.
Cómo ustedes prefieran, pero en algo no podemos negociar: este tubo acumula orgón medio-ambiental, que concentra en el espacio hueco del tubo, y lo radia por su extremo abierto.
Entonces la idea de este experimento
consiste en apoyar sobre un punto de acupuntura el extremo abierto del tubo durante media hora y luego ver qué sucede. ¿Con qué? Con dos asuntos: la percepción experimentada durante la auto-sesión (cada uno sostenía el tubo sobre el punto de acupuntura elegido) y las posibles diferencias en la medición bio-eléctrica estándar del sistema Ryodoraku, comparándolas con un registro anterior al uso del acumulador. Para entender bien este decisivo aspecto de la cuestión, basta con saber que el día anterior al uso del tubo, los catorce participantes del seminario fueron medidos con un tester tipo Ryodoraku, el equipo de electro-acupuntura japonés, en 31 puntos: 24 puntos yuan con alguna excepción (12 puntos bilaterales de los meridianos principales) y los correspondientes a los 7 anillos reichianos. Si alguien está familiarizado con el sistema Ryodoraku, debo aclararle que el aparato utilizado mide de 1 a 100 micro-amperes y no de 1 a 200, como el original.
Como este asunto podría ser leído
y hasta criticado por conocedores y desconocedores profesionales del tema, aquí van las referencias del caso. Por ejemplo: en http://www.acupuntura-orgon.com.ar/mediciones4.htm se explica el sistema tomando una medición como ejemplo. Pero si quisieran saber algo más, pueden consultar: http://www.acupuntura-orgon.com.ar/mediciones1.htm donde se desarrolla un poco más extensamente la cuestión. En el mismo sitio hay abundante información sobre los puntos que se utilizan en el sistema Ryodoraku y acerca de los anillos reichianos y los puntos elegidos para medirlos. Y también, por si se les ocurriera aficionarse a este deporte, una detallada estadística que procesa la información obtenida sobre 3545 mediciones: http://www.acupuntura-orgon.com.ar/estadistica.htm. Y hasta un Mapa energético del organismo humano: http://www.acupuntura-orgon.com.ar/mapa.htm.
Ahora viene lo más interesante,
consistente en comparar las mediciones anteriores y posteriores al uso del tubo. Aquí hay que decir algo importante: que luego de la aplicación cada uno de los participantes relató su experiencia y contó qué cosas iba sintiendo en el transcurso de los treinta minutos que tuvo el tubo apoyado en el 6 de Vaso Concepción (6VC), un punto ubicado a unos cuatro centímetros por debajo del ombligo en línea recta. Está claro que esos relatos son muchísimo más divertidos que los números que vienen después y, aunque no figuran todos los testimonios de los participantes, aquí tienen algunos como para advertir que la cuestión moviliza la energía y se expresa de acuerdo a las particulares relaciones que se establecen, en ése preciso momento, entre el sistema energético que recibe (persona) y la carga suministrada (orgón vía tubo acumulador). Es bueno aclarar este punto: es muy habitual, a veces durante la más sencilla aplicación de acupuntura, que las personas experimenten variedad de sensaciones y percepciones. Desde ver formas y colores o escuchar sonidos diversos hasta repasar la vida y poner en primer plano las preocupaciones actuales, pasando por variaciones muy claras de la emocionalidad. De manera que lo que van a leer no es para nada extraordinario, sino habitual cuando se trabaja profundo con la energía. Y también es bueno saber que lo más importante y significativo siempre viene después, fuera del consultorio, en la vida real.
Autor: Dr. Carlos Inza
Leer más: http://www.acupuntura-orgon.com.ar/el_experimento_de_alcoy.htm
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